Si piensas ir de vacaciones a la península itálica, específicamente a zonas con costas al mar Mediterráneo porque te gusta la playa y el mar, sería bueno que conocieses que sus aguas cuentan con 43 especies conocidas de tiburones, entre las que hay varias de peligro para los humanos.
Por ello hemos preparado este artículo, en el que conocerás los tiburones peligrosos que habitan las aguas del Mediterráneo. Esperamos que te sea útil para tu conocimiento y seguridad.
La mayoría de los expertos creen que el gran tiburón blanco entró al Mediterráneo por "accidente", arrastrado por inusuales corrientes o al seguir bancos de atunes de aleta azul. Desde 1909, 40 personas han sido atacadas directamente por tiburones blancos en el Mediterráneo. Ha habido 10 avistamientos de esta especie en Italia en los últimos 30 años y un presunto ataque en la costa de Piombino, Toscana, en 1989.
Esta especie es conocida por las marcas negras de sus aletas y no suele ser un tiburón agresivo y sí muy tímido, que rehúye el contacto con los humanos. No obstante, puede mostrar un comportamiento agresivo cuando se siente amenazada y hasta el momento el Archivo Internacional de Ataques de Tiburón muestra 28 ataques no provocados (uno fatal) y 13 ataques provocados, protagonizados por tiburones de punta negra. La mayoría de estos ataques resultaron en heridas menores.
Es el segundo tipo más grande de tiburón martillo y puede crecer hasta cinco metros de longitud (16,4 pies). La especie es considerada una de las más peligrosas por el comportamiento agresivo que suele mostrar, además de ser famosa por robar las capturas de los pescadores y acercarse a los barcos sin ninguna señal de miedo.
El tiburón martillo se puede encontrar cerca de grandes bancos de peces y, por lo general, en aguas profundas. Ha sido cazado casi al borde de la extinción por sus aletas, y por ello integran la lista de especies "en peligro a nivel mundial".
A pesar de que los tiburones martillo tienen temible reputación, hasta ahora han protagonizado alrededor de 34 ataques, 17 de ellos no provocados, y sin víctimas mortales.
Su descenso en número se debe a la sobrepesca de la que es víctima, lo que indica que el tiburón martillo tiene más que temer de los humanos, que al revés.
Es el más grande de los tiburones martillo y puede crecer hasta 6,1 metros de longitud (20 pies).
El tiburón martillo gigante es uno de los tiburones más respetados en el mar. Se ha sabido que pueden cargar contra los buzos apenas estos entran al agua. Sin embargo, los ataques a personas son raros y hasta ahora se han registrado 34, 17 de ellos no provocados.
Son reproductores prolíficos. Las hembras adultas pueden producir hasta 55 crías por año.
Ante el encuentro con un tiburón martillo gigante se debe tener extrema precaución.
El marrajo es una de las especies de tiburones más amenazadas del mundo. Muy apreciado en los mercados asiáticos por su carne tierna y sus aletas, se está pescando hasta la extinción. Normalmente alcanza unos cuatro metros de largo (13 pies) y es el tiburón más rápido del océano, que puede alcanzar velocidades de hasta 50 kilómetros por hora y saltar hasta 9 metros fuera del agua.
Ha habido 42 ataques registrados contra los seres humanos entre 1980 y 2010, con tres víctimas mortales y 20 ataques a embarcaciones.
El tiburón toro tiene una reputación temible de depredador vicioso o mortal, pero la es que son muy dóciles. Con una longitud de 2 a 3 metros (hasta casi 10 pies), la boca de esta especie no es lo suficientemente grande como para causar víctimas humanas mortales.
Sin embargo, al deambular por las olas, con frecuencia están cerca de los humanos. A menudo también son mantenidos en cautiverio a causa de su naturaleza dócil.
El tiburón trozo es conocido por su muy alta primera aleta dorsal, lo que también los convierte en objetivos para la pesca. Ha sido capturado a tal punto que su existencia está en peligro, haciendo que muchos países prohíban su pesca y captura. Tiburón trozo no se considera una amenaza para los seres humanos y por esa razón, son buscados por los buceadores que deseen experimentar nadar con tiburones.
Conocido por el giro que hace al saltar desde el agua como parte de su estrategia para alimentarse, este tiburón puede encontrarse en aguas poco profundas de la costa y en profundidades de hasta 100 metros.
El aleta negra no suele ser considerado peligroso aunque ha protagonizado 16 ataques a humanos, todos no provocados. Se conoce que puede excitarse mucho mientras se alimenta, en una especie de frenesí, momento en el que se eleva el riesgo de ataque.
El tiburón cobrizo gusta habitar en aguas poco profundas y por su tolerancia a distintas salinidades, se puede encontrar que entra puertos lo mismo en puertos que en estuarios de los ríos.
La especie ocupa el sexto puesto en la lista de ataques no provocados contra los seres humanos, la mayoría de ellos registrados en Nueva Zelanda y Australia, donde la especie es abundante. En 2011 un nadador fue asesinado por un tiburón cobrizo en Nueva Gales del Sur, Australia, y en 1976, en Nueva Zelanda, otro nadador había sido víctima fatal de la especie en 1976.
Este largo tiburón de cuerpo ligero, con una nariz larga, prefiere las aguas poco profundas de temperaturas cálidas. Es un poco letárgico, pero cuando necesita andar rápido se desplaza a gran velocidad. El tiburón azul rara vez ataca a los seres humanos y hasta ahora sólo se han reportado 13 ataques, cuatro de ellos fatales.
Esta especie de afilada nariz se encuentra casi exclusivamente en aguas profundas. A pesar de su pequeño tamaño, es un voraz depredador que atacará cualquier presa potencial si la detecta.
Jacques Cousteau describió al tiburón oceánico como "el más peligroso de todos los tiburones". Se sospecha que la especie es responsable de muchos de los ataques mortales de tiburones contra los seres humanos, lo que se debe a su propensión al “frenesí alimentario”.
Se cree que ha sido responsable de la muerte de muchos de los sobrevivientes de la SS de Indianápolis en 1945. En 2010, un ejemplar de la especie provocó un alboroto en el centro turístico de Sharm El Shieikh, en el Mar Rojo y estuvo implicado en varios ataques a buzos y nadadores.
La presencia de tiburones sarda, temibles, en el Mediterráneo es una sospecha aún sin confirmar.
La especie es gruesa de cuerpo y constituye un potente depredador que puede sobrevivir tanto en agua salada como dulce, por lo que puede aventurarse muy lejos en ríos. Debido a su permanencia en aguas poco profundas son particularmente peligrosos para los humanos y son una de las especies más susceptibles de atacar a nadadores y buceadores.